Vía RACEV
Algunas de las conclusiones de la Jornada:
Se valoró el diseño y re-diseño de las actividades colaborativas como una clave constante en la mejora del proceso del estudiante.
El papel del docente se enfocó desde el punto de vista de la orquestación, un docente que dirige y organiza las diferentes herramientas y las fases del aprendizaje del estudiante.
Es necesaria información y formación para el docente en este campo de aprendizaje colaborativa.
Reforzando esta idea se presento una guía docente para la realización de actividades colaborativas.
Se hizo especial hincapié en la fase de planificación y en la gestión de la información en las actividades colaborativas de este tipo en entornos virtuales.
Se concluyó que plantear procesos colaborativos requiere plantear actividades realmente colaborativas y consecuentemente procesos de evaluación coherentes con las metodologías colaborativas.
Se puntualizó que explicar a los estudiantes el cómo y el por qué de la colaboración y crear las condiciones necesarias acrecienta las posibilidades de éxito de la actividad colaborativa.
La reflexión, como proceso constante y continuo de pensar, analizar, observar, reinterpretar, es un modo de aprendizaje que destaca en las prácticas colaborativas donde la interacción entre los estudiantes es un elemento clave e imprescindible.
A través de las comunicaciones presentadas se evidenció que el aprendizaje en red y el uso de las tecnologías en la educación son un elemento clave en el futuro de la educación.
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