Con la llegada
del mes de Septiembre se iniciará, en la mayoría de las escuelas y centros
educativos infantiles el llamado periodo de adaptación.
El período de
adaptación es un tiempo reservado para favorecer la creación de una imagen
positiva de la escuela, tanto en los niños que se incorporan, como en los
propios padres. (Consuelo Coloma- Universo Up)
"El primer día de colegio
para niños/as y padres es muy importante en la vida de ambos. La escuela es una
continuación de la familia, asume el papel de agente social, ya que es el
primer medio de socialización y el profesor/a debe asumir este rol. El niño/a
no conoce ni la estructura ni el funcionamiento, por ello el trabajo de
adaptación y comprensión son prioritarios
en la programación de este periodo.
"
¿Qué se hace?, ¿Quién está
dentro?, ¿Para qué sirve?... todos estos interrogante son los que hay que
responder al niño/a.
La escuela es un lugar de juego, de aprendizaje y de interacción social. Todos aquellos temas dónde se expliquen estas cuestiones tienen que estar en el currículo de la educación infantil y de hecho aparece en cada uno de los ámbitos:
La escuela es un lugar de juego, de aprendizaje y de interacción social. Todos aquellos temas dónde se expliquen estas cuestiones tienen que estar en el currículo de la educación infantil y de hecho aparece en cada uno de los ámbitos:
1.
Conocimiento de sí mismo.
2.
Autonomía personal.
3.
Conocimiento del entorno
4.
Lenguaje: comunicación y representación.
Cuando el niño/a de dos o
tres años se incorpora al mundo escolar, sufre una separación, el lazo afectivo
con la figura de apego sufre una ruptura, el tiempo que se emplea para que el
niño asimile felizmente dicho cambio es lo que se llama Periodo de
Adaptación. Éste adquiere gran
relevancia, ya que su actitud ante la escuela, ante las relaciones sociales,
ante los aprendizajes depende de cómo asimile este proceso.
Es responsabilidad de los
padres y educadores cuidar y planificar correctamente el camino y que los
primeros tiempos de escuela no supongan ningún trauma.
Se sabe que el niño/a va a
la escuela con un lazo de unión muy fuerte con la figura de apego, lo que
supone sufrimiento y angustia por ambas partes, al pensar que es abandonado y
abandona. A esto sumamos el gran cambio
que supone salir de un mundo familiar en un ambiente de seguridad y roles
conocidos por él/ella. Tiene que salir poco a poco de su egocentrismo,
independizándose e ir conquistando su mundo interno.
Cuando no se ha organizado
un adecuado periodo de adaptación el niño/a presenta unas conductas muy
peculiares. Estas se pueden dividir en varios campos:
1.
Somático: Alteración del sueño, trastornos
digestivos, alimentarios, etc.
2.
Afectivo y social: llanto, resignación, no
participan, son apáticos..
3.
Psíquicos: Ansiedad, miedo, celos….
Se considera buena
adaptación del niño/a cuando es capaz de relacionarse con sus iguales y con los
adultos, expresa afecto, habla de las experiencias, no muestra agresividad, ni
aislamiento, cuando no espera la figura de apego con ansiedad y no reclama con
insistencia el acercamiento físico, cuando se mueve por el aula con soltura y
utiliza el material.
El papel
fundamental de los Adultos
Tanto padres como
educadores, deben estar atentos para que el ingreso del niño/a en la
institución escolar, se efectúe de forma natural. Los padres tienen gran influencia en este
momento ya que la adaptación de su hijo/a determinada en gran medida por cómo
ellos asuman la separación, sus temores, sus expectativas, su ansiedad, su
seguridad o inseguridad en la decisión que han tomado y su grado de confianza
en las posibilidades del niño/a y en las garantías del centro educativo
elegido. Estos sentimientos pueden ser trasmitidos por los padres a través de
diversas manifestaciones de excesiva preocupación, angustia, etc., que son
captadas por su hijo/a respondiendo inconscientemente a ellas de forma
negativa.
Para superar dudas, temores,
ansiedades es obligatorio potenciar los contactos escuela-familia, antes y
después de la incorporación a la institución.
La función del adulto
cercano al niño/a será el de canalizar, auxiliar, observar el comportamiento,
expectativas y manera de solucionar situaciones. El adulto no debe entorpecer
su proceso. Es importante que la madre, padre o cualquier persona vinculada al niño/a, acuda con su hijo a la
escuela y permanezca con él durante el tiempo asignado para ver, observar y
jugar con hijo/a y con los otros niños/as del aula. El padre, madre o la
persona que acompañe al niño/a en sus primeros días se irá alejando poco a poco
del niño/a, hasta que en un plazo determinado el niño/a pueda permanecer en la
escuela sin conflicto. Lógicamente, no siempre es necesaria la presencia diaria
de los padres, bien porque es un niño/a sin problemas o porque consideran (profesores
y padres) que deben separarse durante una parte de la jornada escolar, aunque
el conflicto no se haya superado totalmente.
Consejos para los
padres (Consuelo Coloma-Universo Up)
1. Estad
convencidos de vuestra decisión. No generéis dudas, inseguridad ni culpabilidad
por el hecho de dejar a vuestro hijo en la escuela: Es un lugar seguro,
positivo y especialmente pensado para ellos.
2. Cread
desde el principio una buena comunicación con el tutor de vuestro hijo.
3. Participad
en la escuela a través de las actividades que os propongan o mediante vuestras
propias iniciativas.
4. Sed
constantes en la asistencia y los horarios.
5. Interesaos
por lo que vuestro hijo ha hecho y aprendido cada día.
Estrategias que ayudan a los niños.
6. Antes
del inicio oficial del curso, visitad la escuela con el niño. Esto le permitirá
conocer los espacios principales, los profesionales y puede que a algún
compañero, y le aportará seguridad.
7. Adaptad
los horarios de casa, a los de la escuela, al menos una semana antes del
inicio.
8. Implicad
al niño en la compra de su nuevo material: uniforme, mochila, babi…
9. Explicadle
las rutinas básicas que va a realizar en la escuela.
10. Practicad
con él las autonomías básicas que le vayan a ser necesarias: colgar su bolsa en
la percha, bajarse el pantalón, lavarse la cara, pedir agua…
11. Llevadle
en persona los primeros días de cole y, en la medida de lo posible, intentad
también recogerle. En caso de no ser los padres quienes le recojan, avisadle de
quién irá y procurad que sea siempre la misma persona.
12. Despedíos
siempre de él. Sin engaños. Es posible que llore, en ese caso le mostraremos
consuelo pero no alargaremos demasiado la despedida. Recordadle siempre que
volveremos a por él y asociadlo a una situación temporal que conozca, más que a
una hora ya que no podrá entenderlo (Por ejemplo, “Papá vendrá a por ti después
de merendar”).
13. Si
la escuela lo permite, puede llevar objetos transicionales o de apego (peluche,
mantita…) que le servirán de apoyo y consuelo al quedarse solo los primeros
días.
Bibliografía
- Delval, J. (1978): Lecturas de psicología del niño.
Madrid. Alianza Universal, 1978
- “El periodo de adaptación escolar infantil”. Universo Up.
Revista digital de la Universidad de padres online.
- Burman, E. (1999) La deconstrucción de la Psicología
evolutiva. Madrid. Aprendizaje Visor.
- Coll,
C.; Marchesi A.; Palacios,J. (1999) Psicología evolutiva y de la educación VOL.
1 2ª Ed. Madrid. Santillana.
Teresa Herrera
Psicóloga Educativa.