“La zona de confort nos asegura lo conocido pero nos impide realizarnos”.Removió a su público las entrañas y consiguió, sin mencionar ni una sola vez el título de su libro (Reinventarse, tu segunda oportunidad), que la gente se lo llevara a pares. El cirujano Mario Alonso Puig (Madrid, 1955) habló el lunes por la tarde de cómo el ser humano debe reinventarse para no morir.
Contó cómo superó sus miedos cuando se embarcó en su propia transformación (“después de 27 años como cirujano decidí cambiar el bisturí por la palabra, aunque todo el mundo me decía que era una locura”); de la reinvención que quizá necesitarían los 600 invitados que absorbieron con cada una de sus palabras en el salón de actos de la Fundación Rafael del Pino (“cerrad los ojos y pensad en vuestros sueños… Persigue tu sueño, está ahí, acércate, puedes alcanzarlo”). Y habló, cómo no, de la reinvención urgente que necesita la España actual (“no saldremos de la crisis hasta que cada uno asumamos nuestra parte de responsabilidad”), aseguró.
Alonso invitó a su público a que cada uno de ellos mantuviera una conversación consigo mismo para moldear sus emociones, que son las que cambian las percepciones. “Lo que está delante o detrás de ti no es nada comparado con todo lo que reside en tu interior”. El cirujano quiso dejar claro que el ser humano no ve el mundo que es, sino simplemente “el que nosotros somos”. Por eso encomendó una responsabilidad particular: “No intentéis cambiar al resto. Los que tenéis que cambiar sois vosotros mismos. Sólo si conseguís moldearos a vosotros podréis cambiar el mundo”.
Mario consiguió mantener la atención de cada uno de los invitados combinando las palabras de un discurso soberbio con música (Tina Turner y Susan Boyle); citas (Mahatma Gandhi; Nelson Mandela); múltiples referencias a clásicos (Platón, Sócrates) y puso el ejemplo de Nick Vujicic, la historia de que nada es imposible, de cómo un hombre sin miembros consigue ser un hombre sin límites. (ver vídeo).
Alonso habló de ciencia (“el miedo y la tensión no dejan desplegar los recursos creativos ni productivos de las personas”) y enseñó cómo reacciona el cerebro ante situaciones límites. Mencionó el área prefrontal, “la que se activa cuando reflexionamos, buscamos alternativas y donde inventamos nuestro futuro”. Pero el miedo es el que impide salir de la zona de confort, “la que nos asegura lo conocido, pero nos impide realizarnos“. Es imposible crecer sin salir de ahí. Y hay que salir para ser mejor de lo que ya se es, desarrollarse, crear, mejorar, enseñar, aprender.
Hubo tiempo también para hablar del Universo, ése que los seres humanos piensan que es escaso sin darse cuenta de que “nuestra mentalidad es la que es pequeña y de ahí no puede salir un mundo abundante”. Emulando las palabras de Albert Einstein, el doctor invitó una vez más a que la gente se sumergiese de lleno en el misterio. “En la vida, o nada es un milagro, o todo es un milagro. El universo confabula a nuestro favor”.
No se puede crear sin creer en uno mismo
En uno de los múltiples guiños con su entregado público, Alonso insistió en lo imprescindible que es ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. En una entrevista con El Confidencial, Alonso resaltaba que un pensamiento positivo es capaz de fortalecer todo el sistema inmunitario. “Siempre justificamos nuestro mal humor, nuestro estrés o la tristeza que sentimos porque yo soy así y punto. Pero si pensamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin estar tristes, de repente nace otro horizonte. Tenedlo claro: lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo muestra”. Por eso argumente que el ser humano sólo será capaz de crear algo nuevo si cree firmemente en ello.
La aceptación es el núcleo de la transformación. Por eso Alonso no quiere un mundo lleno de seres humanos víctimas, arrogantes, prepotentes. Apuesta por la humildad (“pedid ayuda cuando estéis perdidos y aprended de los más bajos: un director tiene mucho que aprender del becario”); la valentía (“sentid el miedo, pero que no os asuste”); y la paciencia (“ya sé que es muy amarga… pero esperad a que dé sus frutos, ya veréis qué dulces son”).
Insistió mucho en que lo mejor del mundo habita en el lo más hondo del corazón. Por eso un ser humano debe confiar en sí mismo. “El entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro”. No: no se necesita ningún Máster para ser más creativo. “Lo que más miedo nos da no es la oscuridad, sino nuestra propia luz”. Decía Marcel Prouste que el verdadero acto del descubrimiento no consiste en salir a buscar nuevas tierras, sino en aprender a ver la vieja tierra con nuevos ojos. El objetivo de Mario Alonso es enseñar al ser humano a descubrir cómo sus propios ojos van a ver lo que antes nunca vieron. Son también estos nuevos ojos los que van a llevar a descubrir cómo alcanzar aquello que, hasta ahora, parecía imposible. “Este no es el final, sino el comienzo de tu segunda oportunidad”.
Fuente: El Confidencial
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