Científicos borran por vez primera los recuerdos traumáticos
El logro, alcanzado con un caracol marino y mediante la inhibición de una proteína, será extrapolable a humanos
Un equipo de investigadores de la UCLA ha conseguido eliminar los recuerdos traumáticos de caracoles marinos, inhibiendo la actividad de una proteína quinasa específica, que se sabe está relacionada con la memoria. Según los científicos, en un futuro, este logro ayudará a eliminar los recuerdos traumáticos que sufren, por ejemplo, los veteranos de guerra, las víctimas de violación, o las personas que han sufrido accidentes o han sido testigos de crímenes violentos. Por Yaiza Martínez.
Un equipo de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) ha realizado un descubrimiento que, en un futuro, podría ayudar a eliminar los recuerdos traumáticos que sufren, por ejemplo, los veteranos de guerra, las víctimas de violación, o las personas que han sufrido accidentes o han sido testigos de crímenes violentos. El hallazgo podría asimismo erradicar las adicciones a drogas u otras sustancias.
Según explica uno de los autores de la investigación, el neurocientífico de la UCLA, David Glanzman, en un comunicado emitido por dicha universidad, lo que se ha conseguido es eliminar o, al menos, debilitar drásticamente, un recuerdo a largo plazo, inducido de manera artificial en una especie de caracol marino conocido como Aplysia.
El mismo logro fue realizado también con neuronas sustraídas a este animal y tratadas en laboratorio, en un plato de Petri, publican los autores del estudio en un artículo del Journal of Neuroscience.
Creación artificial de recuerdos
En primer lugar, los científicos provocaron un recuerdo a largo plazo en los caracoles, un tipo simple de memoria que fue producida por sensibilización.
En su entorno natural, si los caracoles marinos son atacados por un depredador, este ataque aumenta la sensibilidad de estos animales a los estímulos del entorno. Dicha sensibilización constituye una forma fundamental de aprendizaje, necesaria para la supervivencia.
Para generar artificialmente la misma respuesta en los caracoles, los investigadores les administraron shocks eléctricos. Después de los shocks, cuando los científicos tocaban suavemente el sifón de los caracoles (órgano de estructura tubular que sirve a estos animales para respirar), los animales respondían con una contracción refleja, que duraba al menos 50 segundos.
Una semana más tarde, al tocarles a los caracoles de nuevo el sifón, el reflejo aún persistía más de 30 segundos, en lugar de un segundo o dos, que es lo que normalmente dura este reflejo sin sensibilización previa. La prolongación del reflejo fue debida a la formación inducida de un recuerdo a largo plazo.
Según explica uno de los autores de la investigación, el neurocientífico de la UCLA, David Glanzman, en un comunicado emitido por dicha universidad, lo que se ha conseguido es eliminar o, al menos, debilitar drásticamente, un recuerdo a largo plazo, inducido de manera artificial en una especie de caracol marino conocido como Aplysia.
El mismo logro fue realizado también con neuronas sustraídas a este animal y tratadas en laboratorio, en un plato de Petri, publican los autores del estudio en un artículo del Journal of Neuroscience.
Creación artificial de recuerdos
En primer lugar, los científicos provocaron un recuerdo a largo plazo en los caracoles, un tipo simple de memoria que fue producida por sensibilización.
En su entorno natural, si los caracoles marinos son atacados por un depredador, este ataque aumenta la sensibilidad de estos animales a los estímulos del entorno. Dicha sensibilización constituye una forma fundamental de aprendizaje, necesaria para la supervivencia.
Para generar artificialmente la misma respuesta en los caracoles, los investigadores les administraron shocks eléctricos. Después de los shocks, cuando los científicos tocaban suavemente el sifón de los caracoles (órgano de estructura tubular que sirve a estos animales para respirar), los animales respondían con una contracción refleja, que duraba al menos 50 segundos.
Una semana más tarde, al tocarles a los caracoles de nuevo el sifón, el reflejo aún persistía más de 30 segundos, en lugar de un segundo o dos, que es lo que normalmente dura este reflejo sin sensibilización previa. La prolongación del reflejo fue debida a la formación inducida de un recuerdo a largo plazo.
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